¿Por qué viven los habitantes de Okinawa más tiempo?

Los habitantes de Okinawa tienen una red de apoyo «moai»

Todo el mundo aprecia el hombro de un amigo en el que apoyarse, pero esta idea está especialmente arraigada en la sociedad de Okinawa. Conocidas como moai, los habitantes de Okinawa desarrollan fuertes redes de apoyo social que duran desde la infancia hasta sus últimos años. Estos grupos familiares de amigos y compañeros se reúnen periódicamente para hablar de sus necesidades y se reúnen cuando un miembro del moai necesita una ayuda extra.

El término ha perdurado durante cientos de años y se utilizó por primera vez para describir cómo un pueblo podía utilizar colectivamente sus recursos económicos para mejorar la comunidad para todos. Ahora, el término se ha convertido en parte del tejido social y los habitantes de la isla son conocidos por su fuerte sentido de comunidad y su voluntad de ayudar a los demás.

Los ideales en los que se basan los moai garantizan que los residentes de mayor edad de Okinawa cuenten con una red de seguridad fiable que les sirva de apoyo en los momentos difíciles. Este ambiente contribuye a una sensación de armonía y tranquilidad en toda la isla. Mientras tanto, esta arraigada conexión social asegura que casi todo el mundo tiene un amigo cercano con el que charlar.

«Ikigai» asegura que todos tengan un propósito

La filosofía «ikigai» se remonta al antiguo periodo Heian, pero su popularidad ha crecido rápidamente fuera de Japón en la última década. Aunque el concepto es algo difícil de precisar, implica la práctica de la autoaceptación y aprender a vivir en el momento. Como explica Dan Buettner, fundador de Blue Zones: «En Okinawa, ni siquiera existe una palabra para referirse a la jubilación. En cambio, existe el “ikigai”, que esencialmente significa “la razón por la que te levantas por la mañana”».

Como una de las principales razones por las que los investigadores creen que los habitantes de Okinawa viven tanto tiempo, tener una razón para levantarse de la cama (aunque sea algo pequeño) es tan importante como comer sano y hacer ejercicio. De hecho, un estudio de 2008 en el que participaron 43 000 japoneses descubrió que los participantes que practicaban el ikigai experimentaban una menor probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares y una menor tasa de mortalidad.

Al apreciar los sencillos placeres cotidianos y mantener el sentido de la responsabilidad para mantener la mente y el cuerpo activos, los habitantes de Okinawa obtienen una gran satisfacción al tener un propósito en la vida. 

La jardinería es una forma de vida en Okinawa

Como Okinawa tiene temperaturas cálidas durante todo el año y un sinfín de plantas autóctonas, tiene mucho sentido que muchos lugareños mantengan sus jardines hasta bien entrada la tercera edad. Sin embargo, esta relajada actividad tiene un propósito mucho mayor que el de embellecer las casas de toda la isla. La jardinería es una forma genial de hacer ejercicio de bajo impacto, que garantiza a los habitantes de Okinawa una amplia gama de actividades para conservar la movilidad y la flexibilidad a medida que envejecen.

Además de los beneficios físicos de la jardinería, esta actividad encaja perfectamente en el concepto de ikigai. En lugar de dejarse llevar por el trabajo o por algún otro tipo de tarea estresante, levantarse por la mañana para cuidar del jardín suena como el tipo de existencia relajante que podría llevarte a llegar a vivir cien años.

Mientras paseas por Okinawa, no tendrás que explorar mucho para encontrarte con jardines impresionantes. Entre la vegetación también hay una gran variedad de verduras, lo que garantiza que los lugareños disfrutan de una dieta llena de ingredientes frescos.

La dieta tradicional de Okinawa es de granja a mesa

Teniendo en cuenta la longevidad de los habitantes de Okinawa, no es de extrañar que lleven una dieta más nutritiva que la mayoría. Aunque no es totalmente vegana, la dieta tradicional de Okinawa se compone en un 90 % de alimentos vegetales, como frutas, verduras, frutos secos y cereales. Además, los habitantes de Okinawa tienden a consumir sólo una pequeña cantidad de pescado, carne, lácteos y huevos a lo largo del año.

Uno de los rasgos más característicos de la dieta de Okinawa es una menor cantidad de arroz en comparación con otras partes de Japón. En vez de eso, los habitantes de Okinawa dotan a sus platos de un alto valor nutritivo y pocas calorías basando muchas comidas en las sabrosas batatas moradas. De hecho, un okinawense típico consume un 70 % menos de azúcar que el japonés medio.

La comida de Okinawa se considera sumamente rica en antioxidantes y cualidades antiinflamatorias y muchos de los ingredientes utilizados en estas deliciosas comidas se cultivan en los huertos del jardín. Además del sabor amargo del goya y de la fruta maravillosamente cítrica conocida como shikuwasa, los visitantes también encontrarán variedades de algas como el kombu y el mozuku en varios platos que no te puedes perder.

Los lugareños encuentran el equilibrio nutricional con el «hara hachi bu»

Aunque la singular dieta de Okinawa contribuye sin duda a la longevidad de los ciudadanos de la isla, la práctica del «hara hachi bu» es otro factor que no puede ignorarse. Esta expresión inspirada en las ideas de Confucio es un recordatorio claro para que las personas dejen de comer cuando se sientan llenas en un 80 %, lo que conduce a un enfoque más consciente que evita que se coma en exceso. 

Aunque el hara hachi bu pueda parecer un concepto básico, en realidad está respaldado por investigaciones que han descubierto que nuestro cerebro tarda unos 20 minutos en comunicarse con el estómago. Al reducir la velocidad con la que comen, los habitantes de Okinawa se aseguran de comer solo lo necesario para sentirse satisfechos.

Dado que el adulto medio de la isla consume menos de 2000 calorías de alimentos ricos en nutrientes al día, el estilo de vida activo de los habitantes de Okinawa hace que esta ingesta razonable se destine al ejercicio y a socializar bajo el sol.

Explorar la isla con facilidad

La mayoría de los viajeros llegan a la isla de Okinawa mediante el aeropuerto de Naha en vuelos procedentes de ciudades importantes como Tokio, Osaka, Nagoya y Fukuoka. Una vez que hayas aterrizado, alquilando un coche podrás ver toda la isla a tu ritmo. Sin embargo, no faltan opciones de transporte público que ayudan a los viajeros a conocer cada rincón de la isla.

Monorraíl

Conocido como Yui Rail, Okinawa cuenta con uno de los sistemas de monorraíl urbano más cómodos que existen. Con 19 cómodas estaciones que conectan el aeropuerto de Nara con la ciudad de Urasoe, hay una gran cantidad de lugares turísticos fascinantes para explorar por el camino. Desde los bulliciosos restaurantes y bares de la calle Kokusaidori hasta el castillo de Shurijo, del siglo XIV, utiliza los cómodos billetes de uno y dos días para desplazarte.

Autobús

La isla de Okinawa cuenta con una amplia red de autobuses para ayudar a los lugareños y a los viajeros a moverse. Si te diriges directamente a un hotel o a un centro turístico, el Autobús Limusina del Aeropuerto se encarga de que puedas encontrar tu alojamiento sin ningún problema. Los servicios de autobús exprés también van desde el aeropuerto de Naha a varios destinos turísticos de la costa, como la playa Emerald, el puerto de Unten y el acuario Okinawa Churaumi.

Ferri

Si quieres llegar a los tramos del norte de la isla de Okinawa en el menor tiempo posible, coger un ferri de alta velocidad de Naha a Motobu es una gran idea. En funcionamiento de abril a noviembre, hay un sinfín de vistas increíbles de la costa de Okinawa durante el viaje de 75 minutos.

Planificar tu escapada a la isla de Okinawa con Japan Airlines

El hecho de que los habitantes de Okinawa vivan durante tanto tiempo tiene todo el sentido una vez que se experimenta el tranquilo modo de vida de la isla. Entre playas remotas, bosques de manglares y deliciosos restaurantes orgánicos, no hay mejor sitio para recargar las pilas.

Japan Airlines se asegura de que los viajeros disfruten de la mejor visita posible a Okinawa y más allá, con el Japan Explorer Pass que ayuda a ver más del país por menos. Con más de 30 ciudades en la red nacional de JAL, aprovecha esta tarifa especial durante tu próxima visita a Japón.