Descubre un choque de culturas, excursiones escénicas e impresionantes puestas de sol
La isla de Hirado es precisamente el lugar donde nacieron las relaciones entre Japón y Europa, y los restos de esta increíble historia aún salpican el paisaje. Con algunos de los monumentos más singulares de Japón, los viajeros encontrarán iglesias cristianas y templos budistas juntos. Además, hay una gran cantidad de museos de samuráis, aventuras al aire libre y delicias gastronómicas.
Ubicado en medio de un archipiélago subtropical, Hirado rebosa de paisajes impresionantes. Desde las puestas de sol que se sumergen en el mar de China Oriental hasta el pintoresco pináculo del Paso de Kawachi, hay un sinfín de excursiones y actividades al aire libre que encontrar. La isla también está repleta de hitos centenarios que exploran la naturaleza yuxtapuesta del legado japonés y europeo de Hirado.
Hirado ofrece una visión llamativa del pasado feudal de Japón, habiendo el clan Matsura gobernado la región durante cientos de años. Algunas de las calles de la ciudad se remontan al periodo Edo. Esta histórica ciudad castillo revela la dinámica historia de Japón. Descubre más información participando en una visita al museo o participando en una ceremonia del té tradicional.
Rodeada por el Mar de China Oriental, la isla de Hirado tiene acceso a algunos de los ingredientes más frescos de la región. Naturalmente, eso significa que hay que dedicar tiempo a probar una gran cantidad de sabores deliciosos, incluyendo los favoritos locales, como los fideos champon al estilo de Hirado y la carne de ternera wagyu. Además, no puedes perderte los dulces japoneses desarrollados con la llegada del azúcar europeo durante el periodo Edo.